Gerardo Burgos es un atleta platense de 45 años, contextura robusta,
padre de familia, que toda su vida se encontró ligado al deporte. Su gran
pasión fue, es y será el remo, que lo acompañó en cada instancia de su vida. La
primera vez que entrenó seriamente para competir fue cuando tenía entre 16 y 18
años, y desde ahí no paró. También practicó 20 años de montañismo y escalada
hasta que sufrió un accidente laboral, talando árboles, que lo dejó paralítico.
La sala en la
que se encuentra ahora, en su casa del barrio Hipódromo, no tiene más que un
par de cuadros y paredes pintadas de blanco que, dejan que la luz entrante por
la persiana se vea como un destello de sol cálido. La televisión en mute
transmite algún programa de deportes en canales de cable parece no existir. La
puerta que separa la sala de estar de la cocina solo filtra unas voces susurrantes
que pertenecen a la familia, pero que de a ratos se esfuman en el aire.
En 2012
compitió durante todo el año: viajó a Serbia a una fecha de la copa del mundo
donde quedó en 5° lugar, en noviembre ganó el campeonato argentino. Y en abril
de este año corrió su última regata.
Dentro de las tantas actividades que realiza, como lo afirma la remera
que trae puesta de color naranja con el logo “Buenos Aires Deportes”, trabaja en la Secretaría de Deportes de la provincia,
en el área de deportes adaptados. Allí coordinan acciones de promoción, y
viajan al interior casi todos los meses para asistir a torneos bonaerenses o
nacionales como los “Juegos Evita”, que se realizaron la última semana en Mar
del Plata donde chicos entre 14 y 18 años compitieron a nivel nacional con los
mejores deportistas del país.
Gracias al
compromiso y al trabajo de esta área de la Secretaría se fundó una escuela de
paracanotaje (kayak para personas con discapacidad) en la localidad de Las
Flores.
- ¿Qué importancia tiene el deporte en tu vida
desde el momento del accidente? ¿Cómo influye tu familia en estas cuestiones?
- El deporte fue muy importante para mí desde siempre, pero cuando me
accidenté el remo fue una de las actividades a las que más me aferré para salir
adelante. Cualquier persona que sufra algún cambio en su vida, tiene que pasar
por etapas y procesos hasta lograr sentirse bien de nuevo consigo mismo. En mi
caso, el deporte fue el que vino a completar ese “sentirse bien”, me ayudó a
encarar la vida de otra manera. Y la familia es fundamental cuando se habla del
apoyo sentimental, aunque también creo que lograr superar estos obstáculos
solamente depende de uno mismo.
El accidente se produjo en mayo de 2007 y en 2010 volvió con todo a
practicar remo en kayak, intentó realizar otras actividades deportivas desde
las sillas de ruedas, como básquet, pero ninguna le interesó Y con respecto al
ciclismo, solamente utiliza una hand bike (bicicleta de mano) para paseos.
Entre las
actividades de promoción que realiza la secretaría de Deportes, se organizó
hace 3 mese una exhibición de remo en remoergometro, en las jornadas de discapacidad
del Pasaje Dardo Rocha de la ciudad de La Plata.
El
remoergometro – cuenta Burgos – es un aparato que simula los movimientos
completos de una remada y puede ser modificado para que se encuentre más
liviano o pesado, dependiendo el nivel de entrenamientos que se realice. Tiene
también una pantalla, que es la encargada de proporcionar los datos sobre la potencia que se le da a la remada,
la velocidad, los kilómetros que se recorren, la cantidad de remadas por
minuto; todo al instante. Y al conectarla a Internet permite competir con otras
personas.
Como quien
estudió un libro entero sobre instrucciones de remorergometro Gerardo no vacila
un solo instante y todo lo que dice es acompañado con un firme tono de voz, y
claro, sin perder la sonrisa desde el principio.
- ¿Qué opinás del deporte como un
método de inclusión para personas con discapacidad?
- Creo que el deporte es de suma importancia para lograr una buena
inclusión, yo lo veo todos los días con los chicos que tienen o no alguna
discapacidad. Enseguida al hacer deporte cambian automáticamente su autoestima,
empiezan a verse, a moverse de otra manera, a pensar distinto, y la forma de
socializar con los demás se vuelve más fluida. Las herramientas que da la
actividad deportiva son inigualables. El cambio de actitud para bien se nota al
instante, y nos sirve a nosotros también para saber que estamos haciendo una
buena tarea incentivándolos para que sigan adelante. “Quererte a vos mismo,
logra poder superarse en todos los aspectos” señala Gerardo
Ahora está
enfocado en la promoción del deporte y dicta varios charlas alusivas. Una de
ellas, destinada a gente discapacitada, busca incentivar la práctica de remo o de
cualquier otro deporte, que se organicen en grupos y empiecen a practicar. “Si
no está preparado se inventa – acota el entrevistado con una risa cálida -. Si
uno está dispuesto a algo es lo más importante, no importa que no haya un club,
si uno tiene ganas las cosas van apareciendo y la gente también”.
El 23 y 24 de
noviembre Gerardo viajará a Bariloche para promocionar y dar otras charlas a
chicos que están interesados en la disciplina. Lo acompañará Juan, un
entrenador que conoció en el Club Regatas, cuando comenzó con el remo adaptado,
y que ahora según la definición del entrevistado, ya es más que un amigo, es
parte de su familia.
-
¿Creés que el
estar en una silla de ruedas hace que algunos puedan mirarte de manera
diferente?
- Si alguno me
ve por primera vez, seguramente dice: “Uh, pobre tipo, que feo lo que le pasó”.
Pero tampoco presto mucha atención a esos comentarios. Las personas que me ven
todos los días y me conocen hace tiempo saben y se dan cuenta de que no cambié
en absolutamente nada. Soy el mismo que antes de 2007, cuando tenía la
posibilidad de caminar, voy de un lado
para el otro, empiezo mi día temprano y termino a última hora. Así me siento
bien, no me gustaría estar tirado en mi casa sin hacer nada. Una persona que tuvo un gran cambio en su vida,
necesita mirar para adelante, ver las cosas positivas, no aferrarse a lo que
perdió, porque estoy seguro de que siempre hay algo que está por venir, solo
hay que levantarse y abrir el camino. Si uno se queda esperando la vida pasa,
se va. Si no hubiera salido no hubiera conocido la cantidad de gente
maravillosa que hoy me acompaña en cada paso de la vida. Siempre hay un modo,
alguna forma de poder salir adelante.
Gerardo Burgos nunca se dejó vencer por la imposibilidad de caminar, y
sigue adelante con su vida, siempre alegre y dispuesto a ayudar a los demás. Un
ejemplo de vida y un orgullo platense.
Por Bustos Sofía
Que orgullo que este tipo sea mi amigo de toda la vida. Chila.
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