miércoles, 6 de noviembre de 2013

Una institución del pasado que apuesta al futuro

Una gran puerta verde resalta en la cuadra, es la entrada al Instituto de apoyo integral a las personas con capacidades diferentes (IDANI), ubicado en 53, 3 y 4, La Plata.
La casa, que se utiliza como escuela, es de estilo colonial, tal vez de las primeras de la zona. El verde de la entrada cubre toda la fachada de la institución y detalles del interior.
Luego de recorrer un corto pasillo, se encuentra la sala de espera decorada con papeles de colores y afiches con información. Allí, un grupo de maestras que se encontraban charlando, quizás haciendo un balance del día, y tres chicos que miran todo con asombro y cuidado esperando a que sus padres los pasen a buscar luego de terminar el horario escolar.
Un patio se distingue a través de un ventanal, en él algunas plantas y juegos de color rojo, amarillo y verde. Más atrás algunos salones en los cuales se encuentran los niños, desarrollando diferentes actividades. Ya eran casi las 5 de la tarde, sin embargo no se notaba el cansancio en aquellas maestras, sino que al contrario, parecían recién comenzar con su jornada.
El despacho de la directora tiene un piso de madera antiguo que hace juego con el techo; dos muebles resaltan en la habitación. Sobre uno de los dos escritorio con base de vidrio se ven hojas escritas a mano al lado de una computadora que no parece tener mucho uso y dentro de una lata redonda, con figuras de los santos, las llaves de todas las puertas del establecimiento. No había nada fuera de su lugar, cada cosa se encontraba guardada como correspondía.

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